La incapacidad laboral temporal, también conocida como incapacidad transitoria o baja médica, es aquella situación de baja laboral motivada por una imposibilidad puntual para ejercer el trabajo y que requiere de asistencia médica.
Esta necesidad de asistencia médica puede deberse a una enfermedad común o por un accidente, sea laboral o no. Además, contempla un posible periodo de observación por enfermedad, si lo requiere.
La duración máxima de una incapacidad laboral temporal es de 12 meses, que se pueden prorrogar 6 meses más, momento en el cual la Seguridad Social valorará la posibilidad de reconvertirla en incapacidad laboral permanente.
En caso de ser periodos de observación de la enfermedad profesional, la duración máxima es de 6 meses, prorrogables por 6 meses más.
Durante la baja, el trabajador tiene derecho a asistencia sanitaria, subsidio económico y suspensión del contrato laboral (pudiendo alcanzar el 60 o 75% de la base reguladora).
La prestación económica que recibe el trabajador durante la baja tiene como objetivo cubrir la falta de ingresos que produce la baja laboral debido a la enfermedad o accidente y compensarle de forma temporal y ayudarle en su recuperación dotándole de asistencia sanitaria por la Seguridad Social.